"Estoy buscando la casualidad de mi vida..."

Como podría empezar…pues Valiente! Yo quisiera escribir en un papelito la palabra "VALIENTE" y entregársela a alguien que necesitara un empujoncito. Buff divago…no se, a un ciego no puedo mostrarle el camino solo puedo darle mi brazo para que se sujete. Soy un punto de apoyo pero no su guía. Puedo ayudar pero no mostrar el camino. Eso siempre es trabajo de uno mismo. Cada individuo marca su propio camino, él escoge, yo no…yo escojo el mío.

El camino de la vida (que rotundo suena) lo veo como un juego. Veo un largo pasillo blanco; al fondo, enfrente mío hay una puerta bien enmarcada que parece estar iluminada por miles de puntos de luz que hay a su alrededor. El resto del pasillo tiene sus paredes plagadas de puertas, más tenues, que casi se camuflan con la pintura blanca de las paredes. Son puertas ilusorias, aparecen y desaparecen constantemente y da la sensación de que nosotros no nos percatemos de ello. A lo largo de nuestra vida buscamos esas puertas, incluso abrimos alguna de vez en cuando, otras veces solo rozamos el pomo y por temor no las abrimos, solo hacemos el ademán. A veces tomamos la iniciativa de ir abrirlas pero entonces se esfuman en nuestras narices y nos encontramos perdidos. Estamos tan ciegos!!! No vemos el camino, y el camino es tan sencillo, que dan ganas de llorar por lo burros que somos. El camino esta justo delante nuestro, iluminado pero desconfiamos de que sea tan fácil. Si tan solo somos capaces de un día detenernos y ver que las demás puertas fluctúan constantemente y engañosamente, entonces seremos capaces de ver lo simple que puede resultar jugar al juego de la vida.

La puerta a escoger se ve clara pero nuestros temores, dudas, titubeos hacen que muchas veces no seamos capaces de verla y menos aun de tener el valor de abrirla. Por eso hay tanta gente perdida que dice" No sé que hacer. No sé a dónde ir. No sé qué quiero. No sé, no sé…"

Yo estoy en paz conmigo misma últimamente, veo todo claro para ello he tenido que detenerme mucho tiempo pero ahora avanzo con paso seguro, firme, decidido. Veo la puerta y veo el camino. Sé que quiero, sé a dónde quiero ir. Sé que quiero una vida sencilla sin tantas absurdas complicaciones, estas ya vendrán…no hace falta buscarlas. Estoy tranquila. Hago lo que debo y lo más importante he dejado las justificaciones a mi misma tras la puerta. Lo que me da pavor es el "antes", el previo, el miedo a enfrentarse a lo que nos preocupa, a lo que tememos, a lo que queremos esconder para no ver (como una dolorosa esperanza, punzante y siempre viva, joder!), pero una vez traspasada la puerta es inexplicable lo que se siente ( y siempre son pequeñas puertas, pequeñas metas que se van superando y te reconfortan). Ya está! Los problemas parecen tan terribles y después ves que eres capaz de superarlos, todo se puede pasar sólo hay que ser Valiente. El "después" puede ser tan gratificante. Así que... adelante VALIENTE!