viernes, 2 de mayo de 2008

Paranoias varias


La fiebre y mis sueños se entrelazan y tejen una red en la que me ahogo, yo solita...la fiebre es el detonante y mi imaginación tiene una fuerte base sobre la que crear imágenes, sonidos y diálogos que parecen sumamente verídicos.

Uno de los sueños más fuertes y raros que he tenido fue uno en el que yo aparecía en una tienda de discos como la de la película High fidelity. Aparecía en esa tienda quejándome porque mis manos habían vuelto a crecer. Ummm...es muy paranoico. Lo que ocurría es que hacía ver que unas semanas antes había ido a la misma tienda a pedir que me cortasen las manos (interprétese como que yo muchas veces deseo hacer cosas que me impido o me impiden hacer los que me aprecian-bonita palabra, apreciar a alguien- por mi bien...) y así lo hacían. Pero yo me quejaba porque las habían cortado demasiado poco, yo deseaba que se hubiesen cortado por encima del codo (estoy fatal de la cabeza como se puede apreciar, another time the same word umm???) y encima me irritaba porque habían vuelto a salir y a sanar demasiado pronto. INTERPRETACIÓN Freudiana (léase: Frooooooooiddd) que me "corto las manos muy a menudo" pero me fustigo más, me autoflagelo más y deseo que me las corten más y más y no soy capaz de darme cuenta que ya he sanado, que la herida ya esta curada y yo me resigno a seguir hurgando. Es como quien se rasca constantemente una herida y no deja que cicatrice.


Fiebre y sueños, por eso le llaman delirar, pero quizás en los delirios de un enfermo encontremos las respuestas que a veces somos incapaces de encontrar de forma consciente. buffff...sigo delirando.
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Fotografía: Blimunda (Vigo)

1 comentario:

rubens comeclavos dijo...

a tantos les sucede... rascas y rascas y hurgas y quieres llegar hasta el final y apenas ha cicatrizado que cualquier cosa te lleva a volver a rascar y hurgar y llegar hasta el final, porque de alguna manera lo que más nos gusta es estar buscando, lo que sea, la clave que descifre ese delirio que nos atrapa una noche cualquiera, como por sorpresa

a veces ya no sé si son tanto las respuestas como poder seguir preguntándonos cosas

ah, hola, mucho gusto, se me olvidó decirlo

eso